Racismo Postmoderno: Justicia Social Ideológica

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En el Siglo XXI la definición de racismo ha cambiado radicalmente. La antigua definición de racismo era la creencia de inferioridad o superioridad de un grupo de personas en base a su color de piel o su raza. Black Lives Matter, entre otros, promueven una nueva definición: Poder añadido al prejuicio, que ve el racismo como sistémico o estructural, donde las leyes e instituciones de una sociedad crean resultados desiguales entre los blancos y las personas de color.

Esta segunda forma de racismo, la Justicia Social Ideológica, se basa en la Teoría Crítica de la Raza o Marxismo Social. Hoy en día su manifestación más potente es a través de la organización Black Lives Matter. Este grupo antirracista racista profesa oponerse al racismo, pero sus metodologías a menudo demuestran una ideología racista postmoderna. Operando desde la Teoría Crítica, deniegan el entendimiento moderno de la razón y la ciencia, catalogándolas como ideologías de la “raza blanca”, y lo ven todo en términos de constructos sociales.

Tal y como ha escrito el presidente de DNA, Scott Allen,

Creen que la ciencia, la razón y la evidencia son una forma “blanca” de conocimiento, y que la narración de historias y la experiencia personal son una alternativa “negra”. He encontrado muy difícil razonar con aquellos que han absorbido la teoría crítica de la raza. Siempre acuden a sus historias y anécdotas personales, por las que tienen fuertes sentimientos. La emoción es una parte enorme de esto. Esas experiencias personales no pueden ser discutidas. Sin embargo, a partir de ellas extrapolan sobre el total (el sistema, la institución, etc.), pero si planteas el caso, usando la evidencia y la razón, de que esa extrapolación no se sostiene, simplemente descartan eso. En el pasado, la razón y la evidencia parecían tener cierto peso en las disputas. Hoy por hoy, ya no tanto.

“Somos marxistas entrenados”

La estructura subyacente de la Justicia Social Ideológica revela lo que realmente es: Marxismo Cultural. En una entrevista, preguntaron a la co-fundadora de Black Lives Matter, Patrisse Cullors si BLM necesitaba una estructura ideológica más clara. Ella respondió que “de hecho tenemos un marco ideológico… somos marxistas entrenados” y “super versados en las teorías ideológicas.” (Podéis verla diciendo esto en el original en Inglés aquí .)

Black Lives Matter ejemplifica este “nuevo” racismo. Dejad que me explique:

La interseccionalidad fue popularizada por la defensora de los derechos civiles y abogada Kimberlé Crenshaw. Adia Harvey Wingfield escribe que Crenshaw “introdujo la teoría de la interseccionalidad, la idea de que a la hora de pensar en cómo las desigualdades persisten, las categorías como el género, la raza y la clase se entienden mejor como superpuestas y mutuamente constitutivas, en vez de aisladas y distintas”.

En otras palabras, se anima a la sociedad a subdividirse y a enmarcar la identidad de uno en el punto más estrecho de la intersección. Ya no es simplemente blancos y negros, heterosexuales y homosexuales, hombres y mujeres. Ahora, una lesbiana negra está diferenciada de una lesbiana blanca. Un varón hispano homosexual es una clase de persona diferente de un asiático transgénero.

En lugar de un marco que une a las personas, estamos siendo testigos de uno que les divide en grupos agraviados más y más pequeños. Esta es la aplicación del Marxismo Cultural y, trágicamente, marca el alzamiento de lo que solo puede ser llamado un “nuevo tribalismo”. Lo que une a las personas en los marcos de interseccionalidad es la opresión. Estas personas son víctimas del privilegio blanco. Todas están oprimidas por los sistemas que han creado los varones europeos. Son los varones europeos blancos quienes son racistas. ¿Qué les hace racistas? Ser blancos. En el clima actual, la forma de ser no racista es ser “woke” (N. del T. “despierto”, “iluminado”), es decir, admitir que debido a que eres blanco, eres racista, y se espera que literalmente inclines la rodilla ante la ideología de BLM.

La victimización concentra el poder. Cuantas más categorías de víctima puedas acumular, mayor será tu puntuación de “interseccionalidad”.

Un nuevo tribalismo

En la cosmovisión bíblica, todas las vidas importan. Nadie es definido por su victimización. Pero el mantra “Black Lives Matter”, “las vidas negras importan”, no significa que todas las vidas negras importen. Por ejemplo, las vidas de jóvenes negros asesinados por otros jóvenes negros no importan. Solo las vidas de hombres negros jóvenes desarmados asesinados por policías blancos importan. Y sus vidas importan, 

no porque sean creados imago Dei; esa es una idea racista. No, importan por su alto nivel de victimización, su puntuación de interseccionalidad. Aquí es donde está el nuevo tribalismo, un ejemplo de microtribalismo compuesto de grupos interseccionales muy pequeños de víctimas. Para BLM, la organización y el movimiento, no todas las vidas negras importan.

A BLM no le importan todas las vidas humanas. Ni siquiera le importan todas las vidas negras. No se preocupa de los más de mil bebés negros asesinados cada día en los Estados Unidos por los racistas de Planned Parenthood, o los 7.500 jóvenes negros asesinados cada año por otros jóvenes negros.

¿Por qué no les importa? Porque esas muertes no respaldan su narrativa, a la que solo le preocupan la reducidísima clase de víctimas siguiente: jóvenes negros desarmados asesinados por policías blancos. Pero el contraste en cifras crudas es demasiado grande para ignorarlo. Como escribe Scott en La Raza en América: Dos Narrativas Opuestas ,

En 2019, de acuerdo a la base de datos del Washington Post de tiroteos policiales, en una nación de 330 millones de personas, un total de 14 americanos negros desarmados recibieron disparos letales por parte de la policía. No se trata de inocentes transeúntes abatidos por policías racistas; la mayoría estaban atacando a oficiales de policía en el momento del suceso. De acuerdo con el Washington Post, a mediados de 2020 8 hombres negros desarmados y 11 hombres blancos desarmados habían muerto a manos de la policía.

¿Qué es un ser humano?

¿Importan las vidas de Trayvon Martin, Freddie Gray, Michael Brown, George Floyd y otros? ¡Un rotundo sí! ¿Por qué? No solamente porque representaran a hombres negros desarmados abatidos por policías blancos. Sus vidas importan porque son seres humanos.

¿Pero por qué parece que son solo sus vidas las que importan? ¿Por qué no importan los 363.705 bebés negros asesinados cada año por el aborto? De nuevo, se debe a la narrativa de BLM. Las historias de estos jóvenes negros asesinados por policías blancos recaban poder para la organización BLM. Son “símbolos” muy visibles de la brutalidad policial que es el principal elemento de influencia de la organización.

BLM ha descubierto cómo convertir en un arma a este grupo de víctimas en particular para promover su narrativa. Su meta es destruir la civilización occidental (que, según su perspectiva, fue creada por varones blancos europeos racistas). Si eres blanco, por definición, eres racista. Un policía blanco es un policía racista. He aquí el racismo antirracista.

En este marco, ¿qué es un ser humano? Un peón prescindible en un movimiento ideológico, un esclavo del pensamiento colectivo. Un ser humano no tiene valor individual, no tiene libertad para pensar o hablar de forma independiente. El grupo debe pensar y hablar como uno solo. La mentira es: tu vida individual no significa nada. La clase de víctima a la que pertenezcas se ha utilizado para promover una ideología marxista arraigada en el ateísmo, y que repudia el teísmo judeocristiano (un Dios moral y un universo moral) y la civilización occidental fundada en dicho teísmo.

Considera otro extracto de El Hallazgo de la Verdad de Nancy Pearcey.

[El marxismo cultural] reduce a los individuos a marionetas de las fuerzas sociales… implica que los individuos carecen de poder para alzarse por encima de las comunidades a las que pertenecen. Lo que hace es… disolver la identidad individual dentro de la identidad de grupo. Los individuos son poco más que voceros para comunidades basadas en la raza, la clase, el género, la etnia y la identidad sexual.

El nuevo racismo

Vemos esto cada noche: protestas por un lado y disturbios por el otro. (Para más sobre esto, entra aquí y aquí .)

La nueva definición de racismo es Prejuicio Más Poder. Se aplica sólo a la gente blanca, en virtud de su monopolio del poder cultural. Solo las personas blancas son racistas. Las víctimas son no racistas. De este modo, los nuevos racistas son “no racistas”.

Según ellos, los seres humanos carecen de sustancia. Nuestra identidad no tiene trascendencia ni realidad física; es simplemente un constructo social. La raza es institucional. Es el sistema construido por los varones blancos europeos cristianos para mantener el poder.

En “Cuando las Turbas Marxistas Vienen a por los Liberales”, Daniel Greenfield escribe:

Los radicales que derriban estatuas ven la religión como esclavizante, no liberadora. Esa es una posible razón de que tantas iglesias y sinagogas fueran vandalizadas durante los disturbios de Black Lives Matter por toda América.

La emancipación significó una vez que los esclavos fueran liberados de la esclavitud, y que la nación fuera liberada del pecado de la esclavitud. Aquella teología política del siglo 19 ha sido descartada hace mucho para alegar que la emancipación, para los antiguos esclavos o para la nación, es imposible. La conjunción de la teoría crítica de la raza y el nacionalismo negro sostiene que el pecado original no era en realidad la esclavitud, sino el ser blanco.

América será tan racista y opresiva como blanca sea. La única manera de progresar es a través de la destrucción.

  • Darrow Miller

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